La reflexión sobre lo efímero: La costura de lo invisible, de Jum Nakao
Por Claudia Serrot
A la usanza de los mandalas tibetanos construidos minuciosamente en arena para ser luego deshechos en segundos, el diseñador y artista brasilero de ascendencia japonesa Jum Nakao sorprendió al mundo de la moda en el año 2004 con su muestra A costura do invisível, donde quince modelos desfilaron ropa hecha enteramente de papel que luego fue destruida al final del desfile ante la mirada atónita de los presentes.
Para Nakao, la idea del papel y su metáfora, nace del material como “lugar de esbozo, de anotaciones y como parte insustituible del proceso creativo. Materialidad frágil, transitoria, y sensible al paso del tiempo. Una obra blanca, inacabada, vacía, apta para ser impregnada de significados, de poesía, de levedad necesaria para que una creación fluya”.
Se necesitaron 700 horas, cuarenta colaboradores y media tonelada de papel para dar forma a los vestidos, que fueron mantenidos en secreto durante su elaboración. Los mismos, cortados a láser y con mucho de origami, reflejan una de las inquietudes del diseñador: la conciliación artesanía/tecnología. Los conjuntos, que estaban acompañados por pelucas plásticas al estilo Playmobil, terminaron desgarrados por las mismas modelos y rotos en pedazos.
El desfile, que fue considerado el más influyente de toda la década, tuvo la virtud de disparar al centro del fenómeno de la moda: su carácter efímero, su temporalidad, su obsolescencia. Así como los mandalas, que muestran la impermanencia de las cosas, el show de Nakao nos invita a una reflexión sobre la moda y su carácter efímero: el vestido nace para morir, o dicho de otra forma: muere para reinventarse, permanentemente.
Más información, en http://www.jumnakao.com.br/cstrdnvsvl.html
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